Tratado No. 2
NO ESPERE VER PARA CREER
Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino.Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. (Juan 20:24-25)
Amigo lector, le hablaré un poco sobre Tomás un discípulo de Jesús, que aún, sabiendo todos los prodigios y milagros, que realizó Jesús, no creía, en su regreso.
Este discípulo era un hombre como usted y como yo, lleno de dudas, apasionado, con temores, como todo ser humano, en fin, Tomás era un hombre lleno de aciertos y desaciertos y llegó a tal punto de su pesimismo, en el que, si no veía lo que le decían, los demás apóstoles no creería.
Sin embargo, Tomás también tenía sus virtudes, y una de ellas era que cuando se convencía de sus creencias las seguía hasta el final, otra , fue cuando le dijo al resto de los apóstoles en el libro de (Juan 11:16) lo siguiente: Dijo entonces Tomás, llamado Dídimo, a sus condiscípulos: Vamos también nosotros, para que muramos con él.
Esto demuestra que era un hombre determinado, y que amaba de gran manera a Jesús, al punto de querer morir con él, porque estaba convencido de que él era el Mesías.
Después de conocer un poco a Tomás y de conocer sus virtudes y sus dudas, al no creer en que Jesús regresaría, Le pregunto a usted amigo, amiga, en que punto se encuentra su fe, en el punto de creer sin ver, o el de ver para creer, hoy en día las circunstancias de la vida nos enseña a desconfiar de las personas, de no creer en todo lo que se nos dice, pero hay alguien en quien si le podemos creer y ese alguien se llama Jesús, que dió su vida en sacrificio, para que usted, y todo aquel que en él cree sea salvo, más tenga vida eterna, esa, es una promesa de Dios para su vida, él quiere ayudarle, quiere restaurar su hogar, su familia y sus hijos, no haga como Tomás, no espere ver para creer, la palabra de Dios dice en (Juan 20:29) lo siguiente: Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
Amigo, amiga, no espere ver a Jesús regresar, porque cuando eso suceda, es posible que sea demasiado tarde para arrepentirse, en este momento tiene la oportunidad de hacerlo, hoy es el día, no espere a mañana, sólo ud. tiene la decisión en sus manos, piense por un momento y medite esto en su mente:
"DIOS NO ES HOMBRE PARA MENTIR"
y si él dice en su palabra, que Jesús vuelve, no dude, créale, y pídale al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo que le guié a toda verdad y deje que la Salvación entre a su vida.
Dios, yo (coloque su nombre) me arrepiento de mis pecados, creo que tú eres el Señor, y que resucitaste a Jesús de entre los muertos, escribe mi nombre en el libro de la vida, y no lo borres jamás, Espíritu Santo entra en mi vida y haz de mi, una nueva criatura. Gracias Señor, Amén. Después de realizar la confesión de fe, diríjase a una Iglesia Cristiana Evangélica, allí le orientaran y le ayudarán a fortalecerse en la fe.
Dios le bendiga.
Hno. Rafael López
Hna. Katiuska Hernández
Valencia - Venezuela